Vino y Yoga, razones para combinarlos
La obtención de una mente serena y un cuerpo fuerte, flexible y saludable, ¿son los objetivos que te habías planteado alcanzar? Imagínate que aparecen en forma conjunta, sencilla y natural. ¡El yoga! Los beneficios del yoga son reconocidos en todo el mundo. Si además del yoga, conoces las propiedades de una copa de vino y aprecias el entorno natural de sus viñedos, podrás disfrutar de la esencia perfecta del mundo del vino combinado con el yoga.
Te contamos 3 razones de por qué recomendamos esta saludable fusión.
Aunque existen distintos estilos de yoga, pongamos como ejemplo el «Ashtanga Vinyasa Yoga». Vinyasa significa literalmente “movimientos sincronizados con respiración”. En otras palabras, la esencia de esta práctica está en coordinar los movimientos del cuerpo con la respiración. Mediante este principio básico, nos aseguramos que el organismo entero, mientras está en actividad física, esté constantemente oxigenado. Aunado al Ashtanga que sigue una particular serie de posturas, se convierte en un yoga muy activo, dinámico y fuerte. Una práctica que se verá potenciada en un entorno de aire puro y natural como son los campos de viñedos.
1. Aumentan la inmunidad
Vino o yoga, es terapéutico. La asidua práctica del yoga se recomienda para tratar una serie de enfermedades crónicas como las cardíacas, además de las tensiones e inclusive para la pérdida de peso. El vino, debido a la cantidad de polifenoles que presenta, ofrece múltiples beneficios para la salud. Tomar una copa de vino tinto diariamente tiene un efecto “protector” del organismo. Previene enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento prematuro de las células de la memoria. Favorece también la asimilación de las proteínas y ayuda a bajar la masa corporal. Mejora la piel, previene y disminuye las alergias por sus propiedades antihistamínicas… Se puede decir, que la lista de los efectos positivos del vino sobre el cuerpo, es mayor de la que se podría imaginar. En este sentido, combinar yoga y vino sería el cocktail “mágico” para vivir más años.
Yoga Vinyasa en Château Gassier
2. Enriquecen las relaciones
El vino es un entusiasta canto a la vida. Compartir el gusto de una buena botella de vino sólo enriquece la experiencia. Siempre son buenos recuerdos. Te ata al alma de esta persona, este amigo, este hermano que levanta su copa para brindar contigo. El yoga sigue la misma filosofía. Ambos son factores de sociabilidad, permiten vivir mejor con mayor conciencia de uno mismo y del entorno. El yoga es un camino para alcanzar el bienestar físico y mental. Ayuda a unirse a los demás. Practicar yoga tú solo, no te proporciona esta sensación de conexión con la energía de un ser querido a tu lado. Conectar con otros a través de los placeres de la vida, es contribuir positivamente a su propia vida y la de gente cercana.
Vinyasa en el viñedos de Aubrie Pick
3. Permiten nuevas experiencias
Al igual que existen distintos tipos de yoga, también podemos elegir entre miles de vinos y localizaciones de viñedos. Esta increíble diversidad, conecta de alguna manera ambos mundos. El vino tiene un sinfín de alternativas, colores, aromas y sabores. Estas combinaciones te hacen sentir cada paladear, cada sorbo de vino. Cada vino es otro mundo. Al igual que el vino, el yoga es un proceso de maduración, una evolución personal, además de las cientos de «asanas» o posturas de yoga que descubrir. El yoga ayuda a sentir la fuerza que nos da la inhalación profunda y la colocación que se estabiliza con la exhalación. El oxígeno continuo optimiza los beneficios de cada postura. Ofrece al cuerpo y a la mente, un constante flujo y renovación. El vino o su entorno, se convierte en el compañero perfecto del yoga.
Yoga entre viñedos en la Bodega Monastrell
Destinos de Vino y Yoga
Siendo conscientes de ambos beneficios, numerosas bodegas se ofrecen como escenario perfecto para la práctica del yoga, recibiendo a sus principiantes y aficionados del yoga en jornadas de meditación y tranquilidad en un ámbito especial rodeado de barricas y viñedos.
Un château francés en medio de viñas es el escenario perfecto para practicar el yoga. En su entorno privilegiado, a los pies de la famosa montaña provenzal «Sainte-Victoire», Château Gassier, te invita a un momento fuera del tiempo con la profesor Cécile Meyrier del centro Yoga Evolution. Los participantes podrán catar los vinos ecológicos de la bodega después de la clase.
Rutas de vino en Provenza con Gassier
Al otro lado del mundo, en California, Domaine Carneros contrató a instructores experimentados, incluyendo a Christie Dufault, un sumiller respetado que también practica yoga. Después de una serie de posturas y meditaciones en la viña, se termina la mañana brindando con una copa de vino espumoso orgánico de la bodega y se hace un recorrido por los viñedos.
De vuelta a España, nuestras bodegas también ofrecen la posibilidad a los novatos de acercarse a la práctica del yoga de manera insólita. Desde la Rioja con Bodegas Baigorri hasta Murcia con la Bodega Monastrell, pasando por el Bierzo y Bodegas Cuatro Pasos, ¡la elección es amplia!
Sin embargo, escogeremos el curioso evento de Bodegas Dionisos, No solo vino, no solo yoga. El concepto es sencillo, se trata de ser partícipe del proceso de elaboración del vino a través del yoga. El yoga se realizará junto a los espacios de producción y bajo la influencia de los cuatros elementos que son el fuego, el aire, el agua y la tierra para potenciar las sensaciones. En Valdepeñas, Dionisio de Nova, pionero de la viticultura biodinámica, trabaja con esa influencia de los astros en el vino como en todos los seres vivos. Para finalizar la aventura, se realizara una cata-maridaje de los vinos naturales de la bodega.
No solo vino, no solo yoga en la Bodega de las Estrellas
El yoga y el vino llenan de energía. Un aplauso y reconocimiento a las bodegas que sepan ofrecer un momento precioso a sus apasionados visitantes.
¿A qué esperas para encontrar la paz interior? Un lema… ¡Ashtanga Vinyasa Yoga!
*Foto fuente portada: yogajournal