Amarone y Recioto de la Valpolicella, los vinos de Romeo y Julieta
Romeo y Julieta bien lo sabían que, como decía Dante Alighieri, “el vino siembra poesía en los corazones”. Y es que el Recioto y el Amarone de la Valpolicella, la tierra de los dos amantes, son un emblema de la seducción: voluptuosos y sensuales, nacen de las mismas uvas, pero uno es dulce y el otro amargo. ¿Qué mejor metáfora para la pasión de dos enamorados?
El Amarone y el Recioto de la Valpolicella DOCG son dos vinos tintos que se producen desde uvas secas, exclusivamente en las colinas alrededor de Verona. Aquí el clima es bastante templado debido a su cercanía al Lago de Garda y, gracias a la protección de los montes Lessini a norte, las lluvias no son frecuentes. Muy importante también la composición del terreno: principalmente de roca calcárea, rica en minerales por su origen volcánica.
Las uvas utilizadas para la producción de estos dos vinos son principalmente las autóctonas del territorio: Corvina veronese, Corvinone y Rondinella. A estas se le puede juntar hasta el máximo de un 25% de otras uvas negras italianas.
Por qué se llama Recioto
El nombre de este vino dulce viene de “recia”, que en el dialecto véneto significa oreja, porqué se utilizan las uvas laterales del racimo que son más expuestas al sol y las más maduras.
Por qué se llama Amarone
El epíteto de Amarone nace por casualidad: en 1932 Adelino Lucchese, sumiller de la bodega cooperativa de la Vapolicella, probó una partida de Recioto olvidada en la bodega desde tiempo, y viendo que el vino se había vuelto amargo – amaro en italiano – lo definió Amarone. Así que el Amarone es sustancialmente un Recioto que fermentado durante más tiempo se vuelve seco.
El Amarone en la historia
Aunque la denominación sea joven, hay varias pruebas de la existencia del Amarone en la historia: Catullo se refiere probablemente a este vino cuando habla de “vino amaro”, el vino amargo de la Valpolicella. Las pruebas de su producción se encuentran en varios textos y documentos oficiales de épocas siguientes: en 1845, por ejemplo, unos sumilleres de París hablan de “supremo vino de Italia” al probar una partida de vino tinto veronés envejecido 11 años.
Fuente: mytailoredwine
Vinificación
En las primeras dos semanas de octubre se seleccionan las uvas: solo las que han madurado completamente y los racimos poco densos. Después se depositan en «plateaux» de madera y en una única capa. Los «plateaux» se colocan unos encima de otros y en un lugar aireado y poco húmedo.
Todas las fases de la deshidratación de las uvas tienen que estar estrictamente controladas, por esta razón hoy en día se utilizan sofisticadas maquinas que aseguren un monitoreo completo del proceso, para evitar que las uvas se pudran. Pasados 120 días, las uvas se presan y se deja fermentar el mosto a bajas temperaturas por 30 días, en el caso del Recioto, 50 días, para el Amarone. Así los azucares se transforman en alcohol.
Solo si todos los azucares fermentan en alcohol se consigue el Amarone, que tiene un residuo azucarado de máximo 1,1 gramos por litro. Si en cambio se decide bloquear la fermentación para dejar más azúcar pues tendremos el Recioto. Sucesivamente a la fermentación se hace envejecer el vino como mínimo dos años.
Fuente: bkwine
Características organolécticas
Color rojo granate y sabor redondo, cálido y aterciopelado. El Amarone se caracteriza por el perfume de fruta madura, compota de frambuesa y cereza; en los vinos más viejos se puede percibir un olor de musgo y alquitrán (goudron). La gradación mínima es de 14°, pero los más robustos pueden llegar a 17°. Para saborear el Amarone de la mejor forma es preferible utiliza cálices amplios, que dejen respirar el vino, y servirlo a una temperatura de 18°/20°. El Recioto tiene características muy similares al Amarone solo que es dulce.
Maridaje
El Amarone es perfecto para acompañar los platos típicos del otoño y del invierno, principalmente carne pero también quesos curados y primeros platos consistentes, como el típico risotto italiano. También es un excelente vino de meditación y un agradable final a una buena cena. La intensidad del Recioto se acompaña perfectamente al chocolate.
Fuente: franklinliquors
Fuente foto portada: lorenzovinci