Burdeos, además de ser la capital mundial del vino, es el hogar de un acontecimiento inédito en este sector. Cada año, se convierte en una verdadera plaza financiera. La cosecha 2015 presagia una añada excepcional por su calidad.
El viñedo de Burdeos es el mayor territorio con denominaciones de origen controlada de Francia. En él convive una oferta completa de vinos. Pero poco a poco su imagen como exportador ha entrado en competencia con la del Nuevo Mundo. Sin embargo, los Primeurs siguen siendo una ventaja económica para la región vitivinícola.
¿Qué son los Primeurs?
En Burdeos, el sistema de la venta en «primeur» fue inventado en los años 1970. El vino se presenta a los compradores justo cuando empieza su crianza en las barricas de la bodega del château. Estas ventas anticipadas, que tienen lugar cada año en abril, permiten a los propietarios vender sus vinos dos años antes de su puesta en el mercado. Hay que tener en cuenta que en Burdeos, la crianza dura entre 18 y 24 meses. Cuidado de no confundir los Primeurs de Burdeos con el “vino primeur” de ciertas regiones vitícolas francesas como el Beaujolais nuevo por ejemplo. En este caso, la palabra primeur se usa para designar un “vino nuevo” que se bebe durante los meses que siguen la vendimia.
Sobre los 10 000 châteaux bordeleses, solamente 250 pasan por la plaza de Burdeos para comercializar su vino durante la tradicional época de los Primeurs. Esa semana, corredores, negociantes, críticos, periodistas e importadores, vienen de todo el mundo para catar el fruto de la última cosecha, y se despliegan por el viñedo bordelés. Las catas son coordinadas por el CIVB (Consejo Interprofesional del Vino de Burdeos) y organizadas en bodegas emblemáticas de la región de Burdeos.
Al final de esta semana, los comentarios de cata están en las primeras páginas de la prensa especializada. Esos comentarios influyen directamente la fijación de los precios de referencia de la nueva añada. Generalmente, se desvelan los precios a finales de mayo.
¿Cuáles son las repercusiones de las catas?
A este nivel, el catador americano Robert Parker, considerado el Papa de los vinos de Burdeos, fue durante muchos años el aguafiestas. Su influencia es tal, que algunos productores se arriesgaron a cuestionar sus prácticas enológicas. Cuando un vino tenía una buena nota, obtenía una indudable plusvalía, hasta 100 euros en dos días. Sus notas revelan ser verdaderas herramientas de marketing para los vinos premiados.
Hoy en día, después de dos años de ausencia de la escena bordelesa, Internet toma el liderazgo en este tema. Webs recaban notas de un gran número de expertos y profesionales reconocidos. Esta pluralidad demuestra que no hay una concepción única de la verdad. El hecho de disponer de varias opiniones y de varias elecciones, es algo imprescindible en la medida en que numerosos son los amantes, curiosos e iniciados del vino, que intercambian en adelante su conocimiento y sus experiencias en línea, a través de un Tweet o un post.
Una añada 2015 grandiosa
Todas las condiciones necesarias para el éxito de esta añada estuvieron reunidas. Hay motivos para entusiasmarse. El año 2015 es un triunfo para la totalidad de las denominaciones de origen de la región. Una calidad así, ha de relanzar las ventas tras un 2013 de pobre calidad y una cosecha 2014 clásica. Los vinos son jóvenes, pero ya muy accesibles. La maduración óptima de la uva recolectada ha permitido hacer maravillas. Vinos golosos, con una fruta formidable y un tanino sedoso que les proporcionan densidad, mucha longitud y redondez, esto es lo que quedará de este 2015. Está en la línea de las últimas grandes añadas, las 2005, 2009 y 2010.
El peso de este evento no es únicamente por el volumen de vino y de dinero que se negocia, sino por la consecuencia que tiene en el resto del mercado mundial.
Una experiencia única que compartimos con vosotr@s y que os invitamos a conocer en próximas ediciones.
Fotos: Margot Loquer, durante la noche de presentación de los vinos de Graves (DO de Burdeos), en la Plaza de la Bolsa.